Hoy siembran poca cebada en las
comunidades vecinas, ya no lo hacen como antes y con toda la fiesta del Jahuay
Jahuay.
Recogimos algo de paja de cebada
que había y con nuestra propia empacadora manual hicimos algunas pacas, pero no
eran las suficientes como para terminar las paredes de la casa, así que
obligadamente nos tocó comprar en la Provincia de Cotopaxi unas cuantas para entrarle
a la levantada de las paredes. Un día sábado pasado el medio día estaba
llegando el camión lleno de pacas, basto una llamada para que nuestros amigos
de esta gran familia Cenit nos dieran generosamente una mano para bajar las
pacas.
Y fuimos poniendo estos grandes
bloques de paja uno a uno, el Taita Emiliano nos prestó una antigua pala de
madera que sirve para hacer la trilla de la cebada, con la que golpeamos las
pacas para hacer la pared un poco más recta.
Dejamos para el último las partes
donde había que poner la paca para que se una al techo, aquí viene las técnicas de división de pacas, de amarre y de puñetazos, patadas o palazos para que se ajuste las pacas.
De vez en cuando vienen a visitar
algunos amigos a ver cómo va la obra y otros vecinos a preguntar que estamos
haciendo, y no hace falta las risas, los chistes y la de preguntas como: Vea,
si aguantara pues esta casa?, eso se ha de prender en un ratito… donde vió? y
un montón de comentarios desde los más alabadores y unos pocos pesimistas en
cuanto a la durabilidad de la casa. De esta manera se ha terminado todas las
paredes externas con pacas de cebada.
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