Después de esta pausa quisimos
arrancar con la estructura de madera sobre el contrapiso, pero como ésta parte
del terreno era potrero y cruzaba una acequia, siempre estaba mojado y, cuando
queríamos arrancar con algo llovía fuerte, bajaba bastante agua por la acequia
y todo el terreno empezó a inundarse sobre todo en el contrapiso. Entonces,
decidimos desviar la acequia y revestirla con piedra (la que asomo) y darle un
aspecto de un pequeño riachuelo.
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